
En mi enfermo camino quiero agradecerte por sostener mi cabeza en las noches, mientras yo estaba ocupado haciendo guerras conmigo mismo. Tu intentabas detener la lucha, nunca dudaste de mis pervertidas opiniones sobre cosas que como suicidio...odio.
Me hacías elogiarme cuando era insoportable. Así es que me iré tan lejos que nunca cruzaré por tu mente... y has lo que tengas que hacer en tu corazón para olvidarme”
No hay comentarios:
Publicar un comentario